Sorte d'ancêtre du pigeon -en version gonflée à bloc- endémique de l'ÃŽle Maurice, aussi appelé Le dronte de Maurice, le dodo a disparu de la surface de la Terre au XVIIe siècle tout juste 100 ans après sa découverte par los hombres. Pero después de una nueva investigación, podrÃa regresar de sus cenizas como un fénix, o más bien como un dino de Steven Spielberg.
¡¡El pavo relleno
De hecho, se ha descubierto una secuencia extremadamente bien conservada de ADN de dodo, anunció un equipo de investigadores de biologÃa de la Universidad de California en Santa Cruz. Una última pieza faltante tan bien conservada que algún dÃa podrÃa usarse para incubar un huevo de un primo cercano vivo, como un pavo o una paloma. Beth Shapiro, profesora de ecologÃa y biologÃa evolutiva en UC Santa Cruz, le dijo al Telegraph: “SÃ, el genoma del dodo está completamente secuenciado porque lo secuenciamos. TodavÃa no se ha lanzado, pero existe y estamos trabajando en ello ahora mismoâ€.
Después de los mosquitos en el ámbar de las pelÃculas de Spielberg, aquà está el dodo. Probablemente no sea suficiente para abrir un parque temático (aunque,) pero quizás dar ideas a ciertos cineastas... El pájaro que desapareció hace tres siglos es en cualquier caso suficientemente mÃtico, ha inspirado, entre otras cosas, la ilustración de origen de Lewis. la novela de Carroll, Las aventuras de Alicia en el paÃs de las maravillas (1865).
Fallo principal: no tener miedo a los hombres
Os recordamos que el dodo, que no tendrÃa miedo de los hombres (que seguirán su curso hasta su pérdida) se arrastra a partir de una ilustración de Roelandt Savery basada en un espécimen vivo traÃdo de vuelta a Europa, una sucia reputación de pájaro perezoso , lento, grande (probablemente relleno de galletas en ese momento), pero notable por su plumaje azul grisáceo, con puntas amarillas y blancas, y un pico de 23 centÃmetros.
Un triste sÃmbolo de la extinción animal hecha por el hombre que, por lo tanto, podrÃa volver a la vida. Otra buena noticia, a diferencia del T-Rex, es completamente inofensivo (ilustración inferior: modelo de cera y yeso, realizado por el Museo Nacional de Historia Natural de ParÃs a mediados del siglo XIX). Fuente: Publicación de Nueva York