La historia en dos palabras: a principios del siglo XX, el petróleo trajo fortuna al pueblo Osage, pero la riqueza de estos nativos americanos atrajo inmediatamente el deseo de los desagradables blancos, capaces de lo peor para extraer y robar su dinero. . Cuanto más largo, mejor es
Después de nueve y cinco colaboraciones anteriores, respectivamente, Robert De Niro y Leonardo DiCaprio se reunieron con el director Martin Scorsese para Killers of the Flower Moon, la adaptación en casi 3 horas y 30 minutos de la pelÃcula del mismo nombre. libro (traducido al francés en The American Note) de David Grann, publicado en 2017. Inicialmente prevista para la plataforma Apple TV+, la pelÃcula se estrenará no obstante en las salas francesas el 18 de octubre. Y es cierto que hubiera sido triste no poder admirar a este bombero estadounidense en el marco de una habitación oscura. El director de Taxi Driver sabe componer sus planos como ningún otro. La pelÃcula es en sà misma una lección de dirección y ritmo que merece las mejores instalaciones. Más que de costumbre, sin duda, Martin Scorsese se toma el tiempo de contarnos su historia, sin evitar ninguna de sus ramificaciones y sin oscurecer nunca su complejidad. ¡Depende del espectador seguirlo! En este sentido, la partitura de Leonardo DiCaprio vuelve a ser excelente por su ambigüedad, pero sin duda destaca Robert De Niro, al que hacÃa mucho tiempo que no le veÃamos tan bien en un papel que, en muchos sentidos, recuerda del de Robert Downey Jr en Oppenheimer. Por una vez no es histriónico y eso es bueno, porque a la cámara del maestro le gusta detenerse en los rostros de sus actores para captar mejor la sutileza de sus interpretaciones. Y Dios sabe que William Hale, el personaje interpretado por De Niro, es una anguila. cuya crueldad y pragmatismo se revelan a lo largo de la pelÃcula. Una gran novela americanaPor supuesto, las 3h30 de la pelÃcula resultan a veces pesadas, pero no hacÃa falta menos para describir el horror de los hechos contados. Hechos verdaderos, te lo recordamos. Sentimos que el director era consciente del peso que pesaba sobre sus hombros para no pisotear la memoria de aquellos a quienes América masacró y luego despojó. Durante la década de 1970, el cine estadounidense miró mucho hacia atrás (un poco menos desde entonces) y abordó repetidamente el tema de las masacres del pueblo indio. Pero lo que la pelÃcula cuenta y describe es un aspecto oscuro completamente diferente de la historia estadounidense.
Frente a la cámara de Scorsese, es la violencia impuesta a los nativos americanos que sobrevivieron al exterminio (en particular a las mujeres) la que queda expuesta en en pleno dÃa. Centrada en el sufrimiento del personaje Molly Burkhart (la formidable Lily Gladstone), la pelÃcula rinde un digno homenaje a este pueblo que América ha olvidado y que, sin embargo, estaba allà antes de la llegada de los blancos. Bajo el falso aire de un policÃa occidental, Killers of the Flower Moon es una auténtica bofetada a la amnésica América. Más que un deber de recordar Una vez más, Martin Scorsese continúa su introspección americana y aquà es sin duda donde mejor se encuentra, su filmografÃa habla por él. Con Killers of the Flower Moon regresa al pecado original sobre el que se construyó su paÃs e incluso su cine con los westerns. Lo mira a la cara, como pocos antes lo habÃan hecho. Al final, la pelÃcula emana como un olor a arrepentimiento. A los 80 años y en el ocaso de una carrera rica y multipremiada, no es casualidad que el director, fanático de John Ford, decidiera aparecer al final de su pelÃcula. Como en una escena, abrazó la palabra de América y pidió perdón a los nativos americanos. Desgarrador y muy cinematográfico.