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Fotografía

Mufasa, el Rey León: vimos los primeros 30 minutos de la próxima Disney

En 2019, Jon Favreau dirigió una nueva versión fotorrealista del clásico de Disney, El Rey León. Una pura copia y pega del original que hizo explotar la taquilla mundial sin olvidar la caricatura firmada por Roger Allers y Rob Minkoff, inspirada en gran medida en Hamlet de Shakespeare.

El próximo diciembre, la firma de orejas grandes estrenará Mufasa, el Rey León, la precuela de El Rey León. Firmada por Barry Jenkins (Moonlight), esta nueva película no está pensada como un puro ejercicio formal como la película de 2019. La idea ya no es optar por el fotorrealismo (en imágenes generadas por ordenador) que se dirija hacia el documental de píxeles, sino. más para abrir una nueva puerta de la animación. Esta semana pudimos ver el primer tercio de la película en París con el director. Aunque prometimos no revelar demasiados elementos clave, podemos decir que el ADN shakesperiano de la franquicia se conserva, ya que la historia gira en torno a la amistad juvenil entre Mufasa y el futuro Scar. Una amistad que se convertirá en la rivalidad adulta mortal que conocemos en El Rey León

En el linaje correcto de reyes££££

La película también conserva elementos de su predecesora y nada menos. Al igual que C3PO y R2D2, son Rafiki y Timon quienes hacen la transición entre las dos épocas y quienes aportan el humor necesario para compensar el drama que se desarrolla ante nuestros ojos.

En cuanto a la música, Elton John, habiendo cerrado su piano después de una interminable gira de despedida, no está (¿a priori?) allí, pero canta de todos modos. Por el momento, nada del calibre de Can You Feel the Love Tonight, pero no lo hemos escuchado todo

Hacia un realismo extremo££££

La gran parte queda: la animación. Si es innegable que el progreso de las imágenes generadas por ordenador es cada día más impresionante (basta ver la última entrega de la franquicia El planeta de los simios), ahí es donde reside el problema. Las imágenes son espléndidas por su realismo y su belleza formal, la cámara virtual se deja volver loca, pero todavía surge (¿por el momento?) una impresión extraña de la película. El realismo es tan fuerte y el antropomorfismo tan presente que en un momento nuestro cerebro falla. Realmente no estamos acostumbrados a esta mezcla paradójica, un oxímoron visual y narrativo. Queda por verla completa, a partir del 20 de diciembre en cines.

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